Tu cerebro también tiene un porcentaje de batería

¿Cómo está tu batería hoy?” Con esa pregunta, el CEO de Calm David Ko y Jay Shetty inician su charla y nos regalan una metáfora clarísima: igual que tu móvil pasa del 100 % al rojo, tu mente oscila entre plena energía y agotamiento.

Las 4 Zonas de Carga Mental

Guía para el manejo del bienestar mental


Quise escuchar el episodio de On Purpose con un café en la mano y la mente a medio gas, pero la charla entre Jay Shetty y David Ko (CEO de Calm y autor de Recharge) terminó siendo un electro‑shock de lucidez. Aquí te narro —como testigo privilegiado— los grandes destellos de esa conversación y, sobre todo, cómo integrarlos en un sistema práctico para vivir y liderar con más sentido.



1. Del “power through” al “power up”

El dato que encendió la alarma: 61 % de las personas siente que el entorno espera que “se les pase” el estrés casi por arte de magia. Ko confiesa haber crecido bajo esa lógica; su madre coreana le repetía “sigue adelante” cuando el pecho se le apretaba antes de un examen. Décadas después entiende que forzar es diferente a cargar la batería interna. El primer giro narrativo es, pues, semántico: no descansamos, recargamos; no retrocedemos, subimos de nivel.


2. Tres marcos complementarios: cucharas, cubos y ritmos

Para enriquecer la metáfora, comparemos con otros tres modelos de autorregulación:

  • Spoon Theory: la energía diaria son cucharas finitas; las entregas una a una. Útil para planificar si la fatiga fluctúa mucho (enfermedades crónicas, maternidad, jet‑lag).

  • Stress Bucket: un cubo que se llena con preocupaciones y se vacía por “válvulas” (humor, ejercicio). Explica por qué te agotas: no solo cuánta carga queda, sino dónde se fuga.

  • Gestión de la energía: ciclos de gasto‑recarga en cuatro planos (físico, emocional, mental, espiritual). Aquí la batería se vuelve un osciloscopio: subir y bajar es natural; lo antinatural es quedarse en alta frecuencia sin pausas.

3. Nueve cargadores instantáneos (y cuándo usarlos)

Ko detalla un kit de emergencia. Los agrupo por umbral de batería:

A partir de 60 % (mantenimiento)

  1. Chequear números: declara tu porcentaje antes de cada reunión; evita prometer más de lo que ese nivel permite.

  2. Gratitud escrita: tres victorias diarias consolidan el “almacén” emocional y suben unos puntos la carga base.

Entre 25 % y 60 % (recuperación)
3. Caminata sin pantalla (10‑15 min): activa circulación, despeja la corteza prefrontal.
4. Respiración diafragmática (30 s): ideal antes de un correo tenso; baja cortisol casi al instante.
5. Micro‑siesta sensorial: cerrar ojos o mirar naturaleza/animales (Calm proyectó vídeos del zoo en plena noche electoral).

Por debajo de 25 % (rescate)
6. Ejercicio breve de alta intensidad (4‑7 min): sprint o flexiones para liberar endorfinas.
7. Desconexión total: teléfono fuera de la habitación; no es “pereza”, es mantenimiento del sistema.
8. Conversación vulnerable con un aliado: compartir el “5 %” abre espacio y reparte la carga.
9. Reprogramar la agenda: como Shetty cancelando una cena tras un día de rodaje de 13 horas. Decir no a tiempo evita el colapso mañana.

4. Liderazgo recargable: presencia, transparencia y cultura de pausa

El eje que conecta todo es la presencia. Shetty lo resume: mente quieta = decisiones rápidas y acertadas; mente saturada = lentitud y errores. Ko confiesa que, como CEO, pasó de medir su valor en cantidad de meetings a medirlo en calidad de decisiones. Dos prácticas surgidas del podcast:

  • Chief Listening Officer: John Sculley (ex‑Apple) imprimía tarjetas con ese título para recordarse que escuchar precede a dirigir.

  • Neutral Gear (Jack Rowe): ponerse en “punto muerto” deliberado para no volcar el coche en la siguiente curva.

En Calm institucionalizaron rituales: abrir cada all hands con una meditación, cerrar con rondas de gratitud y declarar “días sin Zoom”. Resultado: más foco y menos rotación. La lección se exporta fácil: si añades proyectos sin quitar otros, multiplicas distrés; ser transparente sobre prioridades es, en sí, un cargador colectivo.

5. Aplicación cotidiana: mapa de ruta en cuatro actos

  1. Mañana (diagnóstico)
    Revisa batería + cucharas + cubo: “Estoy al 72 %, tengo 10 cucharas y una fuga llamada WhatsApp matutino”.

  2. Mediodía (ajuste)
    Si caes de 50 %, activa un cargador y tapa la fuga principal (ej.: notificaciones).

  3. Tarde (negociación)
    Comunica tu porcentaje al equipo; reubica tareas creativas si sigues en ámbar oscuro.

  4. Noche (cierre regenerativo)
    Apaga pantalla 60 min antes de dormir, lista tres gratitudes y aparca el móvil fuera de la habitación.

6. Mi opinión: del widget a la brújula

Después de probar estas ideas con clientes de coaching (y conmigo mismo), concluyo que la metáfora de la batería es democrática: cualquier edad la entiende y la interioriza rápido. Sin embargo, cobra mayor potencia cuando se conversa junto a las cucharas (empatía), el cubo (causas‑fugas) y los ciclos de Schwartz (ritmo). Juntas forman un panel de mando emocional digno de un cockpit: cada indicador ilumina un ángulo distinto de la misma travesía.

7. Cómo transformar organizaciones (y familias)

  • Preguntar “% de batería” en vez de “¿cómo estás?” legitima respuestas concretas y pide menos valentía que confesar “estoy fatal”.

  • Formar a líderes en vulnerabilidad: compartir primero el propio nivel abre la puerta a que el equipo haga lo mismo.

  • KPI de recarga: medir pausa y recuperación como se mide ingreso o churn; lo que se mide, se cuida.

  • Educación temprana: Ko sueña con asignar minutos de salud mental en la escuela igual que gimnasia; cuanto antes se aprenda el vocabulario, antes se evita la pendiente resbaladiza del “power through”.

8. Cierre: convierte el porcentaje en saludo y el cargador en hábito

Imagina una oficina (o un hogar) donde sea normal decir “Estoy al 38 %, salgo a caminar y vuelvo”. No es utopía; es eficiencia empática. Recuerda: la productividad sostenible no surge de exprimir el 100 %, sino de oscilar a tiempo y conectar el enchufe antes de la luz roja. Cada chequeo de batería es un acto de liderazgo, contigo mismo y con los demás y, paradójicamente, el atajo más corto hacia resultados duraderos.

Siguiente paso: tómate 60 segundos y anota ahora mismo:

  1. tu % de batería actual,

  2. la fuga principal de tu cubo,

  3. el cargador de la lista que vas a usar HOY.

Vuelve a revisar dentro de seis horas y observa la diferencia. Ese pequeño experimento podría ser el comienzo de tu propio modo recarga.

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